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Un mundo globalizado - Nota revista 1


La globalización no es un fenómeno nuevo, es un proceso histórico que viene desarrollándose hace miles de años, cuando los pueblos intercambiaban y comercializaban sus productos y mercancías en diferentes regiones del mundo.
A partir de 1492 cuando Colón descubre América, la incorporación de este nuevo continente transformó el concepto del mundo, que por primera vez en su historia se integraba completamente, dando el primer paso al inicio de la era de la globalización.
Fue recién en las últimas décadas, con la caída de la Unión Soviética y el fin de la guerra fría, que mantenía dividido al mundo bajo líneas de pensamientos diferentes, y gracias a los grandes avances de la humanidad en las ciencias y las tecnologías, que esta palabra comenzó a cobrar renombre.
No existe una definición exacta, estandarizada y autorizada de esta palabra, y su uso se ha extendido de manera generalizada para abarcar todos los ámbitos, políticos, económicos, culturales, sociales, tecnológicos, medio ambientales, etc., que según quién lo observe y defina, la globalización va a adquirir conceptos, posturas y definiciones diferentes.
En términos generales, podríamos decir que la globalización es un proceso de integración e interrelación, a escala mundial, entre las personas, pueblos y sociedades de los distintos países del mundo.
Este fenómeno se debe esencialmente, a la apertura de los mercados, las transacciones de bienes y servicios, y los avances en las tecnologías, que favorecieron el desarrollo de la comunicación y la producción.
No nos atreveríamos a decir que el mundo este globalizado, pero sí que está en vías de serlo. Está conectado e interrelacionado pero ¿Podemos afirmar que esté integrado?, y si estuviese, ¿Como es esa integración? ¿Qué clase de integración es?
La globalización plantea desafíos que la humanidad debe afrontar y resolver; y como todo en la vida tiene un lado positivo y otro negativo, la globalización no será la excepción, también las tendrá.
¿Podremos estar a la altura de las circunstancias y tomar las desiciones acertadas que nos lleven a una globalización bien integrada que abarque a toda la humanidad?

Scupe Tinta


Un mundo globalizado - parte II -  Nota revista 2


En nuestra primera edición hablamos de la globalización. Tratamos de aclarar lo que es y lo que significa. Hablamos de su origen puramente comercial, su evolución a través del tiempo y concluimos con que plantea desafíos que debemos resolver para lograr una globalización bien integrada que abarque a todos en el mundo.
Era necesario partir con una explicación simple, clara, neutra y precisa del fenómeno, para que todos podamos entenderlo, y dejar inaugurada la columna para su tratado.
En esta ocasión vamos a hablar de un mundo globalizado pero opuesto al concepto que manejamos en nuestra primera edición. La globalización va a adquirir una forma interna. Hablaremos de un mundo diferente e indiferente, desconectado y desintegrado de su propia naturaleza.
Es la sensación de vivir dentro de un globo sin importarnos lo que suceda fuera de él. Estamos tan ocupados en nuestras propias vidas, que no nos sorprende nada que no tenga que ver con ella.
No nos conmueve si hay injusticias, corrupción, pobreza, contaminación, guerras, deforestación, cambio climático, la lista es larga. Estamos tan concentrados en nosotros mismos y en nuestras propias vidas, que no prestamos atención a lo que sucede a nuestro alrededor, cuando en el están pasando cosas de gran importancia como para no tenerlas en cuenta.
No somos conscientes que afuera hay un mundo que gira. Que día a día fabrica una realidad a la que somos indiferente, pero está ahí presente, sobre explotándose, mal consumiendo, contaminando, corrompiendo; y gracias a los grandes avances que existen en las ciencias y las tecnologías y al alto poder de impacto de sus fuerzas, se realizan a pasos acelerados.
La realidad nos está superando y nos va a sorprender cuan-
do rompa el globo de indiferencia en el que estamos inmersos, entonces tomaremos conciencia y no podremos evitar vivir sus consecuencias.
Está claro que el futuro está en nosotros, en nuestra manera de pensar y actuar. Necesitamos integrarnos al mundo para comprender que no nos pertenece, nosotros le pertenecemos. Debemos respetarlo, cuidarlo. Por lo que es y significa, y por la simple razón que vamos a vivir lo que hagamos de él.
Solidaricémosnos con nosotros mismos. Como la gran familia global que somos aprendamos a convivir, cuidar y compartir esta tierra. Comprendamos que es propiedad de todos, porque la divina naturaleza así lo quiso y nos la regaló, y cada día con sus riquezas nos da su bendición.

Scupe Tinta